Boyacá es un largo y ancho del territorio como una colcha de retazos, sobresale el icónico verde azulado e intenso de las esmeraldas ocultas entre las vastas montañas de este rico departamento.
Carlos Osorio, su excelente calidad se debe a que “En la escala de tonalidad, la esmeralda colombiana es la más balanceada. Ni muy negra, ni muy clara”, Óscar Baquero, presidente de Fedesmeraldas, considera que esta característica la distingue notoriamente de los demás países productores y le permite “tener una saturación perfecta”.
Su gran tamaño y profunda claridad son otras de las propiedades que hacen de las esmeraldas una piedra preciosa sin igual. Las más grandes del mundo provienen de Boyacá, solamente superadas por la esmeralda Emilia con cerca de tres libras de peso, la cual es considerada la más bella y de mejor calidad, encontrada por unos mineros en Gachalá (Cundinamarca) a finales de los años sesenta.