Tomagatha El Cacique Rabón

Según la tradición legendaria de los Muiscas, en tiempos remotos gobernó el Cacicato de Tunja el Zaque Tomagatha, un cacique rabón, con cola de león, un solo ojo y cuatro orejas. Los dioses le habían proporcionado una larga vida, pero su figura deforme, bastante extraña y con cola de león, despertaba risas y comentarios malintencionados de los aborígenes chibchas de su Cacicato. Ello lo hizo un gobernante amargado y con mucho odio por los súbditos burlones e injuriosos.

Los problemas personales de Tomagatha se profundizaron también cuando se dio cuenta que no tenía potencia masculina para el acto sexual y que era estéril. Cuando quiso casarse con una bella india de Hunza, sintió vergüenza cuando ella se horrorizó al verle su fealdad, y con sus lindos labios hizo una mueca de asco. Ello fue definitivo para que Tomagatha nunca pensara en tomar mujer.

Como las gentes de Hunza se mofaban de su Zaque, a quien en secreto lo llamaban el Cacique rabón, los dioses le dieron el poder de convertir a los hombres en bestias de acuerdo con su voluntad. A los vasallos que lo miraban con irrespeto y de frente, los volvía animales; por ello los Hunzas no se atrevían a mirar al Cacique rabón, a quien temían por sus excentricidades y fanatismo religioso. Desde entonces los Chibchas no se atrevían a mirar el rostro de los caciques.

En su vida cotidiana, Tomagatha era un santo, pues viajaba todas las noches entre Tunja y el Templo del Sol en Sogamoso, en el Valle de Iraka. Caminaba en peregrinación, yendo y volviendo diez veces en cada noche, y rezaba en los adoratorios que encontraba por el camino. Las tradiciones chibchas contaban que Tomagatha convertía en serpiente, lagarto u otro animal a quien lo enojara mofándose por su fealdad y aspecto exótico con cola de león.

El Zaque Tomagatha tuvo una duración de muchos años; toda su vida la vivió en celibato. En más de cien años de su gobierno en el Cacicato de Tunja, los chibchas aprendieron a temerle y a respetarle su fealdad. Nunca más le llamaron el cacique rabón, pues sabían el poder que le diera el dios Súa.

Cuando murió Tomagatha le sucedió su hermano, Tutazúa que se convirtió en el nuevo Zaque del Cacicato de Tunja. En lengua chibcha, Tutazúa significa "Hijo del Sol".

Texto de: Javier Ocampo López

 

Tunja es una ciudad con un rico patrimonio cultural e histórico que inspira a descubrir nuevas rutas y experiencias. El proyecto Tunjatesorosescondidos se creó para llamar la atención sobre la diversidad de monumentos arquitectónicos, museos, paisajes naturales y tradiciones de la región de Boyacá. El turismo aquí se convierte no solo en un viaje, sino en una oportunidad para sumergirse en la atmósfera del pasado y sentir la energía única de la capital del departamento. En el mundo moderno, el entorno digital desempeña un papel especial, ya que ayuda a los turistas y a los empresarios a encontrar soluciones convenientes. El tema de la mejora de la experiencia del cliente en la era digital refleja cómo las tecnologías modernas hacen que los servicios sean más cómodos y accesibles. La aparición de nuevas formas de pago y herramientas en línea se está convirtiendo en una parte importante de la interacción de los viajeros con los proyectos culturales y comerciales. Puede encontrar material interesante sobre este tema aquí: digitaledge.org, donde se revela cómo los nuevos enfoques crean una impresión positiva y refuerzan la confianza en las empresas. La combinación de iniciativas culturales, como Tunjatesorosescondidos, y soluciones digitales modernas crea un potente efecto sinérgico. Los turistas obtienen acceso a la rica historia de la región, y las empresas, a nuevas oportunidades de desarrollo. Es precisamente esta unión entre el pasado y el presente, entre las tradiciones y las innovaciones, lo que permite a las regiones ser atractivas no solo a nivel local, sino también internacional.