Cojines Del Zaque

Los Cojines del Zaque son dos piedras en forma circular, talladas en una roca de gran dimensión por los indios Chibchas. Este momento era un adoratorio solar en donde todos los días en las horas de la madrugada, el Zaque o Cacique de Hunza junto con los Jeques o sacerdotes muiscas y numerosos indígenas se encontraban para adorar AL SOL. 

El astro rey y esperar su salida por el Oriente con gran veneración. Desde allí, los Muiscas observaban los astros se orientaban en relación con el sol e interpretaban el orden en la naturaleza, con especial interés hacia las siembras y las cosechas.

El culto al Sol en Tunjo y en los pueblos americanos:

Para los Chibchas, el SOL era considerado como benefactor del hombre y dispensador de la fecundidad de la tierra. Ellos lo llamaban Zhuhé o Xué y en su honor y devoción consagraron sus adoratorios y templos principales que sirvieron como lugares religiosos para venerar a la divinidad solar.

Los Hunzas oraban ante el Sol todas las mañanas y hacían los sacrificios de los moxas en los Cojines del Zaque. El Sol era para ellos el benefactor del pueblo Chibchayla representación del Ser Supremo CHIMINICACÜA, el creador del universo. Cuando se adoraba al Sol,, se hacía el culto a  Chiminigagua.

El rito solar en los Cojines:

Todas las madrugadas el Zaque de Hunza era llevado a los Cojines en lujosas andas, rodeado de los Jeques e indígenas y de numerosos músicos que amenizaban el recorrido con música y ritmos al son de la flauta, fotutos, pitos, trompetas, caracoles y tambores. Desde el cercado de Quimuinza en donde se encontraba el gran bohío o Palacio del Zaque (hoy Convento de San Agustín y Parque Pinzón), seguía la procesión religiosa para dar la bienvenida al astro rey, utilizando una gran calzada de piedra o avenida que terminaba precisamente en los Cojines del Zaque.

Cuando salía el Sol en el firmamento por el Oriente en línea hacia Ramiriquí, el Zaque de Hunza se arrodillaba en dos piedras sagradas y oraba en común unión con los sacerdotes Muiscas y con las gentes devotas de la divinidad solar. Los aborígenes oraban, cantaban, danzaban y en algunos días especiales hacían los sacrificios de Los Moxas, que eran niños de 12 años consagrados al sol, a quienes se les sacaba el corazón como una ofrenda sagrada al Xué o Zuhé, el astro rey; con su sangre se rociaban las piedras sagradas de los Cojines del Zaque. La selección que se hacía entre los niños para ser consagrados como "moxas" se convirtió en un sello de gran dignidad y de apetencia de los candidatos.

La fiesta de las siembras y las cosechas:

En los Cojines del Zaque y en las piedras pintadas Tras del Alto, Los Muiscas celebraban las fiestas rituales de las siembras en marzo y de las cosechas en septiembre y hacían ritos especiales de la fertilidad para atraer la bendición de los dioses. En estas fiestas los indígenas bailaban en grupo, asidos todos de las manos, llevando el compás con los pies y cantando al son de flautas y fotutos. Tenían en medio las mucuras de chicha de donde algunas mujeres que estaban dentro del corro, no se descuidaban de darles de beber. Las fiestas de la cosecha alrededor de los Cojines y en las tierras aledañas al Alto de San Lázaro, hasta las piedras Tras del Alto, eran de carácter mágico-religioso, pues eran propiciatorias para la fertilidad agrícola. Algunas veces se hacían ritos de libertad sexual para el estímulo mágico de la fertilidad; y ofrecían los adornos de plumas y las borracheras al dios Chaquén, el protector de estas fiestas y de los lindes de los sembrados. La aculturación religiosa hispano-chíbcha para propiciar las buenas cosechas convirtió esta fecha en la romería a San Lázaro en el primer domingo de septiembre.

Las remodelaciones en los "Cojines del Zaque":

Desde tiempos inmemorables hasta nuestros días, los tunjanos y los numerosos visitantes que Ilegan de muchas partes del mundo, han admirado la grandeza de los "COJINES DEL ZAQUE" en Tunja. En diversas oportunidades los gobiernos han hecho restauraciones del monumento indígena, como la que hizo en 1927 el historiador y gobernador de Boyacá Dr. Nicolás García Zamudio; la que se realizó con motivo de la conmemoración del cuatricentenario de Tunja, posteriormente en las décadas de los Sesenta y los Setenta del presente siglo, hasta la última remodelación y conservación del adoratorio muisca y en la cual han intervenido varias instituciones: La Primera Brigada, El Batallón Bolívar, el Grupo Ecológico de Tunja y la Corporación Nacional de Turismo.

Cómo llegar: