Este mito o espanto es también conocido en Tunja. Según las creencias populares, la Llorona aparece como una mujer con rostro huesudo de calavera, ojos rojizos, cabellos desgreñados, con largas vestiduras, sucias y deshilachadas, llevando en sus brazos un niño muerto. Se distingue por sus lloriqueos, angustiantes y profundos, y sus gritos y plañidos macabros. Sale en Tunja por el Alto de San Lázaro y llega hasta la Fuente Grande y otros lugares de la ciudad; por todas partes profiere llantos desgarradores. Se trata de un espíritu de mujer que mató a su niñito, y como castigo fue condenada a vivir llorando y con lamentos que provocan inmenso terror.
Texto de: Javier Ocampo López