Con luz amarillenta, recorría la ciudad de Tunja y sus contornos. El Farol salía de la Iglesia de las Nieves, suspendido en el aire a una altura de diez metros, con rumbo caprichoso, pero en busca de la plaza principal. Se detenía en algunas casas cercanas a la Catedral de Tunja. El Farol de las Nieves está relacionado con la leyenda de la Emparedada, una joven que recibió el castigo de su padre por buscar un matrimonio a disgusto y a escondidas.
Conocedor el padre de las intenciones de su hija, salió con un hachón o farol en su busca por la calle que va a la catedral y, al no poder convencerla, decidió emparedarla en una alacena. Con el tiempo apareció el espanto del Farol de las Nieves en Tunja.
Texto de: Javier Ocampo López