Colegio de Boyacá

La Institución Educativa, conocida como "Colegio de Boyacá", es un colegio público ubicado en la ciudad de Tunja, Boyacá. Su creación fue ordenada por el Congreso de Cúcuta en 1821 a instancias del General Francisco de Paula Santander, y es el primer colegio que operó en Colombia, por lo cual se le conoce como "el iniciador de la educación pública en Colombia."

Hace parte de los denominados Colegios Santanderinos fundados por Santander, y a través de su historia también se desempeñó en la labor de Universidad impartiendo estudios de Latinidad, Bellas Artes, Matemáticas, Derecho, Filosofía, Medicina, Ingeniería y Agronomía; sin embargo, actualmente solo presta los servicios de educación pre-escolar, básica primaria y media vocacional.

Tiene 5 sedes en la ciudad de Tunja: Sección Central o Francisco de Paula Santander, Sección Rafael Londoño Barajas, Sección San Agustín, Sección José Ignacio de Márquez y Sección la cabaña o Santos Acosta. Se ha destacado por su alta calidad académica a nivel departamental y nacional, además de su excelencia cultural y deportiva

FUNDACIÓN

Fundado por el General Francisco de Paula Santander, el día 17 de mayo del año 1822, quien para entonces se desempeñaba como Vicepresidente de la República, encargado del poder ejecutivo, expidió el Decreto Nacional N° 055 por el cual se creó el COLEGIO DE BOYACÁ. Así dice el artículo 1°: “se establece en la ciudad de Tunja, capital del Departamento de Boyacá, un colegio donde se eduque la juventud bajo las reglas que prescribirá el gobierno, y con el nombre de COLEGIO DE BOYACÁ. Una institución educativa de carácter oficial y pública, con una filosofía republicana para la educación de la juventud. Este Decreto fue firmado por el Vicepresidente Francisco de Paula Santander, “El Hombre de las Leyes”, y por el Secretario del Interior, José Manuel Restrepo. Con el Colegio de Boyacá se inició la Educación pública en Colombia.

El día 20 de octubre del año 1822 se instaló oficialmente el Colegio de Boyacá en el Convento de San Agustín de Tunja, en la capilla interior del edificio, donde hoy funciona la Biblioteca “Alfonso Patiño Rosselli” del Banco de la República, con una solemne función religiosa y un sermón de iniciación de estudios, que pronunció el franciscano Fray Francisco Florido, quien era párroco de Ramiriquí. Dicho religioso elogió al gobierno republicano por su consagración en favor de la educación.