La Batalla del Pantano de Vargas (25 de julio de 1819), fue un suceso que tuvo como antecedente la Campaña Libertadora impulsada por Simón Bolívar. Él decidió emprender el éxodo desde Tame con las tropas lideradas por los próceres. Las tropas avanzaban organizadas primero por la División de Vanguardia, al mando de Santander; las tropas de caballería e infantería, comandada por el General Anzoátegui, llamadas División de Retaguardia; por último, el Cuerpo de Artillería al mando del Coronel Bartolomé Salom.
El camino fue por la cordillera, tomando el camino de Labranza Grande. En cierto momento del camino el general Santander halla un fuerte realista, el cual ordena su toma. El camino se presentaba tortuoso y peligroso, lo que generó temor en las tropas de toparse con más fuerzas realistas. Bolívar resuelva atravesar por el Páramo de Pisba, asumiendo el alto riesgo debido a la complejidad del terreno y las inclementes condiciones atmosféricas del trayecto. Las bajas temperaturas prontamente cobraron la vida de muchos militares, también, los abismos, la falta de comida y agua. Asimismo, la caballería fue perdida completamente, lo que generó que las provisiones tuvieran que ser dejadas.
Milagrosamente, el 5 de Julio llegó Santander con la vanguardia al otro lado del páramo, mientras que la tropa de Anzoátegui tardo un día más. Uno de los motivos que les permitió reponerse físicamente, fue la hospitalidad de los pobladores que rápidamente les brindaron todo tipo de apoyos. Retomando fuerzas y con la noticia que los españoles conocían su camino, retomaron el camino hacia Sogamoso. Llegando al lugar se encuentran con dos frentes de militares de 800 dispuestos por El General Barreiro. Se inició un enfrentamiento donde Justo Briceño derrota a los realistas.
Las tropas logran huir, perdiendo una cantidad mínima, pero importante, de hombres. Marchan Santander y Anzoátegui, mientras Soublette se reconcentra en Tasco. Siguen avanzando y con un inteligente movimiento táctico ingresan a las provincias de El Socorro y Pamplona, logrando dominar el Valle del Sogamoso. Con el aumento considerable de las tropas, Bolívar decide atacar al enemigo sorpresivamente, esforzándolo a abandonar sus defensas. Sin embargo, los realistas no permitieron ello, asaltándolos al este del Pantano de Vargas. El ejército patriota se encontró en desventaja, esto fue aprovechado por los españoles para atacar.
Con este ataque los patriotas no pudieron llevar a cabo el plan de manipular la comunicación de los realistas que se encontraban en Bogotá, lo cual permitió que los realistas enviasen tropas para interceptar a los comandados por Bolívar. A las once de la mañana de aquel día, la acción militar había estallado. Los bandos se enfrentaron cruelmente, al parecer cada uno de los bandos tenía aproximadamente 2500 hombres, con una ventaja clara de los realistas, a causa de su sofisticado armamento. Las primeras horas del combate se enfocaron en un ataque frontal por ambas facciones.
“Coronel... ¡Salve usted la patria!”. Simón Bolívar
Bolívar valientemente ordenó crear más frentes de batalla, enviando las divisiones comandadas por Santander y el británico James Rooke. Pero, al caer la noche el horizonte era desalentador, parecía que los esfuerzos patriotas eran insuficientes y que los realistas lograrían un triunfo. Como opción desesperada se produjo una acción que quedó en la historia como legendaria: Bolívar envió a los últimos hombres que quedaban bajo su comando al combate, incluyendo los lanceros liderados por el venezolano Juan José Rondón. Cuenta la historia que en ese instante Bolívar se dirige a Rondón, diciéndole: “Coronel, ¡Salve usted la patria!”. Sorpresivamente, el ataque de los lanceros causó un gran impacto, dejando muchas bajas entre las filas realistas. Ante el florecimiento de los patriotas, Barreiro ordenó a sus tropas replegarse hacia Paipa y los Molinos de Bonza. Pero, estos hombres se encontraban desgastados y asustados por el ataque inesperado y no pudieron ejecutar dicha orden.
Realmente, esta batalla no tuvo vencedores, nunca hubo un acuerdo sobre ello; pues las bajas entre los dos bandos fueron expresadas en similar grado. A pesar de ello, los patriotas asumieron esta batalla como un golpe de motivación y como un movimiento estratégico de relevancia para las acciones futuras en la batalla del puente de Boyacá. De la batalla transcurrida en el Pantano de Vargas existen nuevas investigaciones por parte de un grupo de antropólogos físicos.
El producto de la investigación, produjo asombrosos hallazgos. En primera medida, la batalla fue más violenta de lo que sabemos; especialmente, porque dejo un saldo de civiles muertos, ya que los ejércitos arrasaron con poblaciones enteras antes y durante la confrontación. Por otro lado, el enfrentamiento fue mucho más arduo de lo que podemos imaginar, por las características del pantano que antes era más grande, fangoso y de difícil acceso. Además, se está realizando una investigación, a partir del descubrimiento de una fosa común que apunta a este suceso, ubicada en el suroeste del llano de Barital. La investigación pretende realizar un mapa más concreto de las muertes de los militares y los civiles.